31 DE MAYO DÍA MUNDIAL SIN TABACO
La Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco en 1987 para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales.
El 31 de mayo de cada año la OMS celebra el Día Mundial sin Tabaco, cuyo objetivo consiste en señalar los riesgos que supone el consumo de tabaco para la salud y fomentar políticas eficaces de reducción de dicho consumo. El consumo de tabaco es la segunda causa mundial de muerte, tras la hipertensión, y es responsable de la muerte de uno de cada diez adultos.El tema del Día Mundial sin Tabaco 2010 es el género y el tabaco, haciendo especial hincapié en la mercadotecnia dirigida a las mujeres. La OMS utilizará este día para llamar la atención hacia los efectos nocivos de la mercadotecnia y del consumo de tabaco en las mujeres y las niñas.La Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco en 1987 para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales. La celebración de este día es una oportunidad para destacar mensajes concretos relacionados con el control del tabaco y fomentar la observancia del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. El consumo de tabaco es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria.El tabaco es la segunda causa de muerte en el mundo. Está comprobado que la mitad de las personas que fuman actualmente de forma regular – unos 650 millones de personas – eventualmente morirán de forma prematura a causa del tabaco. Igualmente alarmante es el hecho de que cientos de miles de personas que nunca han fumado mueren cada año de enfermedades causadas por la exposición al humo de tabaco ajeno.
Este año la campaña internacional pone de relieve los efectos nocivos de la promoción del tabaco dirigida a las mujeres y las niñas. De los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo, el 20% son mujeres, y con previsiones de aumento. Por ello se quiere hacer mención y manifestar la alarma por el incremento del número de fumadoras entre las mujeres y las niñas en el mundo entero, e incluir “la perspectiva de género” en las políticas de prevención del tabaco y en la protección frente al humo de tabaco ajeno, a fin de reducir el consumo y mejorar la salud de hombres y mujeres en todo el mundo.El fenómeno del tabaquismo no se manifiesta de igual manera en hombres y en mujeres. Se han comprobado claras diferencias tanto en las causas que inducen al inicio del consumo, en las pautas de consumo, como en el mantenimiento de la adicción o en la respuesta a los tratamientos, siendo mayor el impacto negativo para la salud de las mujeres. Por otra parte la fisiología de las mujeres y los procesos reproductivos les añade unos riesgos específicos. Por tanto es necesario contemplar la perspectiva de género en todas las políticas que se desarrollen para abordar el tabaquismo.En los adultos, el tabaquismo pasivo causa graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias. En los lactantes provoca la muerte súbita y en las mujeres embarazadas es causa de insuficiencia ponderal del recién nacido. Cerca del 40% de los niños están regularmente expuestos al humo ajeno en el hogar. El 31% de las muertes atribuibles al tabaquismo pasivo corresponde a niños. Sólo un ambiente totalmente libre de humo constituye una protección efectiva.Crear ambientes totalmente libres de humo de tabaco es una de las maneras de proteger a la personas de los efectos nocivos del tabaquismo pasivo, que causa 600.000 muertes prematuras al año. En el humo de tabaco hay más de 4.000 sustancias químicas, de las cuales se sabe que al menos 250 son nocivas y más de 50 cancerígenas.En España, desde que en el año 1988 fue aprobada por primera vez una normativa específica sobre limitaciones a la venta y consumo de tabaco, los cambios de actitud de los ciudadanos –tanto fumadores como no fumadores-han sido significativos, aumentando la concienciación en torno al perjuicio del tabaco.La ley 28/2005, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, supuso un gran avance en la lucha, en la prevención y en los hábitos de los ciudadanos.Con esta ley, que fue pionera entre los países de nuestro entorno, se consiguió cumplir con gran parte de los objetivos previstos: más de un millón de personas dejó de fumar en España en los dos primeros años de vigencia de la Ley; las ventas de tabaco se redujeron en un 2,8% en 2006; los niveles de nicotina ambiental cayeron un 83% en los centros de trabajo y un 53% en restaurantes; los infartos se redujeron un 11% en hombre y un 9% en mujeres en un año.Pero también es cierto que actualmente, después de unos años de su puesta en marcha, no se cumplieron todos los objetivos y es necesario seguir avanzando y profundizar en la protección de la salud de todos, además de adaptarnos a las directrices de la UE.El Ministerio de Sanidad y Política Social ha enviado -el 29 de abril- a la Comisión de Sanidad y Política Social del Congreso de los Diputados un borrador con su propuesta para modificar la actual Ley 28/2005, y poder alcanzar un acuerdo con todos los partidos representados allí.Con la modificación de la Ley se pretende ampliar los espacios cerrados públicos libres de humo, especialmente locales de ocio y hostelería y hacer una normativa más clara y detallada, sin espacio para diferencias en la interpretación y aplicación de la misma.Es necesario adoptar nuevas medidas que incidan en la protección de la población no fumadora: aumentando los espacios sin humo para garantizar el derecho de la población no fumadora; proteger la salud de los trabajadores del sector de la hostelería que actualmente es el único colectivo laboral que sigue expuesto a los efectos del humo del tabaco; así como la salud de los menores al estar también expuestos al humo en los lugares de ocio de menos de 100 m2 por estar, actualmente, permitido fumar. También hay que fomentar el abandono del hábito tabáquico, sobre todo entre la población femenina que en las últimas décadas se ha incorporado de manera muy importante a su consumo. En España mueren cada año alrededor de 50.000 personas por enfermedades derivadas del consumo de tabaco. De ellos entre 1.000 y 3.000 son fumadores pasivos.El PSOE quiere y espera que los poderes públicos, que tienen la obligación de proteger nuestra salud individual y colectiva, desarrollen y consensúen las modificaciones de la Ley, realizando una norma que sea clara y uniforme en todo nuestro sistema sanitario, y aplicarla lo más pronto posible para que todos los ciudadanos se beneficien. Así como trasladar a la sociedad un mensaje claro sobre la importancia del problema que supone el tabaco para nuestra salud.“Los ciudadanos necesitan no solo que se les diga que el tabaco es malo, sino que los gobiernos, central y autonómicos, apliquen medidas que les protejan de los efectos que causa el tabaco” –principal problema de Salud Pública.