Para mañana hay huelga general en toda España convocada por los sindicatos, es la octava huelga general de la democracia. La diferencia con las demás huelgas es que se pide mostrar el rechazo a una "reforma laboral" que prácticamente deja sin derechos a todos los que dependen de un salario. No es una reforma parcial como las anteriores, por muy duras que fuesen, es el derribo total de 35 años de legislación laboral que equilibraba los intereses de empresarios y trabajadores.
Ahora se trata de que el trabajador se debe enfrentar a los deseos de cualquier empresario y puede ser despedido de forma arbitraria, sin derecho a ninguna indemnización y sin derecho a paro, a poco que se le tuerza la nariz al jefe. Se trata de que no puedes ponerte enfermo, de que no puedes pedir permisos para ir al entierro de un familiar o de que no se puede pedir la baja por estar embarazada por miedo a que te despidan, entre otras muchas más cosas. Ver este enlace sobre la información de esos despidos que ya se han producido.
La reforma laboral de Mariano Rajoy no responde a ninguna crisis económica, de hecho, el mismo gobierno reconoce que no creará empleo y con las mismas leyes anteriores se había conseguido disfrutar de 35 años de prosperidad para todos. Pero es lo que siempre han deseado hacer y, por supuesto, los empresarios están muy contentos.
Todo el mundo sabe que la solución a la crisis pasa por dar créditos a los empresarios para recapitalizarse y que los consumidores compren sus productos. Los consumidores no son otros que los ciudadanos, que son trabajadores y consumidores al mismo tiempo. Con la precariedad e incertidumbre que crea esta reforma se restringe el consumo, se obliga a disminuir nuestras compras. A menos que uno sea irresponsable y se gaste el dinero pensando en que puede permitírselo, se puede encontrar por sorpresa en la calle y sin un euro, gracias a este paquete legislativo.
Ante esta huelga general los medios de comunicación de la derecha (la mayoría de sus trabajadores son becarios con excasa experiencia laboral), el PP y los empresarios atizan contra los sindicatos para presentarlos como egoístas porque "tienen subvenciones millonarias y se las van a quitar". Aunque fuese cierto (reciben subvenciones por votos y por delegados igual que los partidos políticos) el problema es que la reforma laboral ataca directamente al trabajador no a los sindicatos, pero son estos los únicos que como representantes pueden convocar una huelga legalmente. Luego son los trabajadores quienes libremente pueden decidir si acuden o no.
Otra cosa que están haciendo estos medios de comunicación es apelar al egoísmo de las personas para que no hagan huelga. Por ejemplo, que al que haga huelga se le descontará 50 euros como mínimo de su nómina, o que va a ser un fracaso y no vale la pena hacerla. Habrá que valorar si esos 50 euros de hoy compensan con perderlos mañana por una rebaja salarial, decidida por el empresario de forma caprichosa o quedarse sin trabajo, sin derecho a paro y con menos jubilación merced a esta reforma laboral.
Mañana habrán muchos trabajadores, afiliados o no a los sindicatos, trabajando duro para que la huelga sea un éxito. Ese día ninguno de ellos cobrará, y van a tener que enfrentarse en muchos casos a la policía (que ya han recibido órdenes de actuar con contundencia y ligarlos a grupos "antisistema") por defender unos derechos que otros trabajadores (nuestros padres y abuelos) han tenido que ganar para nosotros con sangre, sudor y lágrimas.
Otros muchos trabajadores no harán huelga. Irán a trabajar por miedo, presionados por los empresarios o pensando que esto no va con ellos; por ser cooperativistas, por estar cabreados con los sindicatos, porque no creen que la huelga sirva para nada o, simplemente, para que no les descuenten los 50 euros. Es un error. Lo que ha costado tantos años en conseguir y que hoy se pierde de un plumazo, por desgana o por no querer informarse, va a ser muy difícil de recuperar. Que nadie espere que otro gobierno, por muy de izquierdas que sea, vaya a rectificar lo que este impone... si los trabajadores están conformes en ser tratados como esclavos.
Si la huelga tiene éxito habrá muchas posibilidades de que, con otras acciones, se pueda conseguir rectificar al gobierno. También se puede conseguir muy poco, pero lo cierto es que si fracasa, por no recibir el suficiente respaldo de los trabajadores a la llamada de los sindicatos, es seguro que no cambiará. Quejarse después es lo que de nada servirá.
Para más información se recomienda
leer este blog Observatorio de Ciberpolítica, donde se explica detalladamente cómo nos afecta la reforma laboral y qué es lo que podemos hacer para mostrar nuestra solidaridad para con los que van a dar la cara por todos nosotros.
A continuación, algunos gestos que piden los sindicatos para que los ciudadanos en general apoyemos la huelga:
Esta huelga, su éxito o fracaso, nos afecta a todos: Trabajadores fijos,
eventuales, cooperativistas, autónomos, parados, etc. incluso a
jubilados y pensionistas que son los siguientes en la lista de reformas
del PP.
Leer texto completo...