Ha sido suspendido el juicio por la muerte de 5 internos en 2006 en la Residencia de San Lorenzo de Brindis

El juicio a cuatro responsables de una residencia de ancianos de Massamagrell (Valencia) por la muerte de cinco internos durante un incendio registrado en 2006 ha quedado suspendido hasta mañana al estar negociando las partes una conformidad para eludir la prisión. Tras más de una hora -la sesión ha comenzado a las 9.30 horas-, la juez de lo penal número 12 de Valencia ha decidido aplazar la vista.

Las partes negocian una conformidad, lo que supondría que los acusados reconocerían los hechos que el fiscal les imputa a cambio de una rebaja en las penas que inicialmente pide el ministerio público y que son de siete años y medio para cada uno por homicidio imprudente.
Hoy han comparecido los cuatro acusados por la fiscalía y una enfermera que está acusada por una acusación particular. Se trata del dueño de la residencia San Lorenzo de Brindis, su hijo, un médico y el director del centro, que sigue siendo el mismo.

Cinco años y medio después de los hechos (marzo de 2006) y tras dos suspensiones, ambas a principios de 2009, los responsables del centro de la tercera edad se sientan en el banquillo. El Juzgado de lo Penal número 12 de Valencia había fijado el juicio para los días 19, 20, 21 y 24 de octubre.

El 30 enero de 2009 el juicio quedó suspendido porque murió una persona que formaba parte de la acusación, una mujer cuyo letrado se enteró de su fallecimiento ese mismo día, por lo que éste solicitó tiempo "para localizar a sus herederos, garantizar su tutela judicial y ofrecerles la oportunidad de ser parte en el proceso".

Posteriormente, el 27 de febrero se suspedió de nuevo, en esta ocasión debido a la solicitud de una de las partes de añadir al procedimiento una compañía de seguros que cubra, en caso de que así lo estime el juez, la responsabilidad civil de uno de los imputados. Y las actuaciones fueron devueltas al Juzgado de Instrucción número 3 de Massamagrell hasta la resolución del trámite.

El fiscal reclamaba sendas penas de siete años y medio de prisión (año y medio por cada muerte) para el propietario de la residencia y su hijo -administrador del centro y director en funciones de éste cuando se produjo el incendio-, así como para el director y un médico del establecimiento, y les imputa cinco delitos de homicidio por imprudencia.

Además, pedía que indemnicen con 120.000 euros a los familiares de cada uno de los fallecidos.
Fallecieron una mujer de 50 años y cuatro hombres de 80, 65, 50 y 30.
Los hechos sucedieron el 28 de marzo de 2006, cuando una mujer de 50 años y cuatro hombres, de 80, 65, 50 y 30 años, todos ellos con problemas de movilidad causados por disfunciones cerebrales, murieron en el incendio declarado en la residencia San Lorenzo de Brindis, ubicada en el término municipal de Massamagrell.

Según el Ministerio Público, los acusados acordaron que, cuando los internos estuvieran solos en la enfermería, ésta "debía cerrarse con llave", lo que provocó que el día del incendio las cinco víctimas, encerradas, no pudieran salir del departamento y murieran atrapadas.

Ese día, uno de los internos encerrados tuvo una "actitud violenta" y fue sedado por el médico y atado a la cama con correas ajustadas a las muñecas y a los tobillos.
Sobre las 19.20 horas, el enfermo logró desplazar la cama y coger el cable del compresor de aire conectado al colchón, y, debido a una "anomalía eléctrica", se produjo un sobrecalentamiento del mismo que quemó las sábanas y originó el fuego.
En el incendio fallecieron este interno, una mujer con "deterioro intelectual", un hombre con parálisis cerebral, otro con oligofrenia epilépsica y un anciano encamado de larga duración.
Los enfermos se encontraban en la enfermería "sin vigilancia alguna y con la puerta de la misma cerrada con llave", y los acusados sabían que "nadie controlaba a los internos" cuando se les dejaba encerrados en esa habitación, apuntó el fiscal.