¿ Son culpables los inmigrantes de nuestros problemas ?
Muchos de nuestros vecinos no van a las
manifestaciones para rechazar los recortes de Rajoy y de Fabra, pero,
muy cabreados, no dudan en señalar con el dedo a los inmigrantes
como culpables del gasto sanitario o de cualquier cosa . De inmediato
también asocian a los socialistas como responsables de “traer
inmigrantes ilegales”. Sin duda la propaganda del PP está
funcionando, al igual que a sus homólogos del partido nazi en los
años treinta.
A los inmigrantes se les ha acusado de
ser culpables “de colapsar el sistema sanitario de nuestro país”
y a los socialistas “que regalamos caritativamente la asistencia
sanitaria a este colectivo tan numeroso en España”. Y esa es la
“herencia” que el PP utiliza para engañar al personal y expulsar
del sistema sanitario español a los colectivos más débiles
socialmente, tanto españoles como extranjeros, y que han pagado con
sus cotizaciones e impuestos ese sistema que en teoría debería
protegerlos.
En primer lugar ese “regalo
caritativo” a los inmigrantes que ahora Rajoy y sus gobiernos
autonómicos abominan lo aprobó el gobierno de Aznar, el gobierno
del PP, en el año 2.000. Y es de las pocas cosas en las que estoy de
acuerdo con los populares. Desde entonces y hasta la fecha, con la
nueva “reforma” sanitaria de Rajoy, nadie había cambiado estas
leyes. Ni falta que hacía.
En segundo lugar en 2004 (con el PP)
habían más de 1 millón de inmigrantes ilegales que tenían los
mismos derechos que hasta ahora pero que no cotizaban a la Seguridad
Social ni pagaban impuestos, aparte de facilitar la vida de muchos
empresarios que los utilizaban en contra de los trabajadores legales
para que trabajasen más horas por menos dinero. Eso acabó cuando
llegó Zapatero al gobierno y legalizó a la mayoría que, estando
trabajando ilegalmente, no pagaban ningún tipo de impuesto ni
cotización. Casi un millón de esos ilegales pasaron a pagar como
cualquier españolito que se precie.
Los inmigrantes ha contribuido al
39% del crecimiento medio del PIB per cápita y han incrementado en
623 euros la renta anual de cada español.
España tiene una tasa de natalidad de
las más bajas del mundo. La población envejece y alguien tiene que
trabajar para pagar las prestaciones actuales y las futuras. España
habría perdido unos 10 millones de habitantes de no ser por la
inmigración, que han venido muchos y en pocos años, dispuestos a
trabajar, adultos y sin que el Estado haya tenido que invertir ni un
solo euro en su salud y formación educativa. Si no hubiese sido por
ellos no hubiera habido, por tanto, trabajadores suficientes para
pagar las pensiones de los jubilados de hoy y de los muchos más del
mañana cercano.
Con la dependencia de los ancianos, sin apenas ayudas estatales y autonómicas, alguien tendría que quedarse en casa cuidando de ellos. Resulta llamativo que sean las extranjeras las que cuiden al 90% de los ancianos dependientes. Además, trabajan en el hogar, permitiendo que la tasa de actividad de las españolas haya crecido un 12% en la última década, es decir, un 12 % de españolas se han incorporado al mercado de trabajo pudiendo pagar a una cuidadora o tener servicio doméstico al incrementar sus ingresos.
La aportación anual de los inmigrantes a las arcas públicas, en la última década, alcanzaba los 5.000 millones de euros. Siendo que han aportado de media anual 23,4 millones de euros y reciben 18,6 millones de euros. Esto se traduce en que la inmigración ha contribuido al 39% del crecimiento medio del PIB per cápita y ha incrementado en 623 euros la renta anual de cada español. Y con este dinero se pueden mantener 900.000 pensionistas españoles de pura cepa ya que menos del 1% de estos son extranjeros (incluyendo los comunitarios).
Según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que dirige Fátima Bañez, en marzo habían 1.681.548 extranjeros cotizantes a la S.S., y por lo tanto, que pagan impuestos, alquileres y otros gastos como el resto de españoles. Si se cuentan familiares cubiertos por la S.S., a poco que se sume mujer y un hijo (que suelen ser más) salen los 5 millones de extranjeros, legales, cotizantes y pagando impuestos como cualquier español.
Las
saturaciones y colapsos en la sanidad se resuelven con inversiones en
estructuras y contratando a más profesionales de la salud y no
culpando a los inmigrantes. Necesitaremos muchos más inmigrantes en
el futuro, no se les puede enviar a casa ahora y decir que vuelvan
mañana cuando están ya integrados o en proceso de integración.
Esto es bueno que lo sepan los que,
rabiosamente, dicen “los de casa primero” y los “españoles
primero” para acusar a los inmigrantes extracomunitarios (los de
“la coleta”, “panchitos”, “moros” o “sudacas” que
llaman despectívamente) de ser culpables del gasto sanitario y otros
“gastos”.
Nada que ver, por supuesto, con los bien mirados
“turistas” europeos que viviendo, cotizando y pagando impuestos
en países como Inglaterra, Francia o Alemania, vienen a España
aprovechando las vacaciones o su merecida jubilación para operarse
gratuitamente en nuestros hospitales cuando en sus respectivos países
tienen que pagar por ello. Pero ahí pocos miran, son “ricos” y
europeos. A ellos nos se les pide los “papeles” todos los días, por parte de la policía,
como a los extracomunitarios. Porque son blancos y no llevan coleta.
Derechos de los inmigrantes en España hasta la “reforma” sanitaria de Rajoy.
En España la asistencia sanitaria era
igual para todos los residentes, fuesen nacionales o extranjeros. La
diferencia estaba en el grado de prestación y qué organismo era el
que pagaba la factura. La prestación sanitaria era y es independiente de
la seguridad social e iba, como ahora, a cargo de los presupuestos
generales del Estado, cuyas partidas se reparten entre las
autonomías. Es decir, pagamos todos a través del IRPF e impuestos
indirectos. Pero son los gobiernos autónomos (como la Generalitat
Valenciana) quienes deciden en qué grado prestan el servicio
sanitario y cómo lo prestan, que verdaderamente es un galimatías
impresionante de normativas.
La diferencia está en que los que cotizan a la seguridad social en un régimen u otro, tanto nacionales como extranjeros, “pagan” con cargo a la seguridad social. Los españoles residentes en el extranjero tienen derechos equivalentes y recíprocos según los convenios bilaterales. De hecho en Brasil, que está demandando mucha mano de obra extranjera, ya están puteando “específicamente a los españoles” que acuden a buscar trabajo, por el trato que reciben los brasileños en España.
Desde el año 2 000, (algo bueno hizo el PP) los inmigrantes “sin papeles” no empadronados tienen derecho a acudir a urgencias por accidentes o enfermedades graves hasta el alta médica, como ahora con la reforma de Rajoy. Se avisa a la policía (inmigración) para asegurarse el cobro y esta tramita el expediente de expulsión o regularización si procede el caso. Normalmente alguna ONG, como la Cruz Roja, cubre este servicio. En todo caso los costes pasan a los servicios sociales de cada CCAA, que reciben fondos europeos, a través del estado, para este menester.
Los inmigrantes que tienen permiso de residencia y los “ilegales” que están empadronados en cada ayuntamiento (contrato de alquiler mínimo) tienen derecho, además, a la atención primaria y especialistas, así como la atención a embarazos, partos y pospartos. Esto con la reforma ha variado, con lo que la saturación en los servicios de urgencia va a perjudicar tanto a nacionales como a extranjeros, además del peligro de que enfermedades ya erradicadas contagien al resto de la población por falta de control. El coste va a cargo de los servicios sociales de las CCAA, también con fondos específicos, como cualquier español que acredite no tener recursos.
Para las ayudas sociales se pide a nacionales y extranjeros que se cumplan unos determinados requisitos, exigibles a todos por igual. Ahora aún no se sabe qué es lo que se va a hacer al respecto, aunque la Generalitat ya había recortado drásticamente estos fondos en la anterior legislatura. En el caso de los inmigrantes empadronados (que deben pagar un alquiler - ingresos para los dueños de los pisos - o tener vivienda en propiedad y, por lo tanto, tener alguna fuente de ingresos) se les pedía acreditar no tener recursos suficientes como a cualquier español. La mayor parte de ayudas se prestan por ONGs como Cáritas, Cruz Roja u otras.
Y esto es lo que aún rige hoy en día,
hasta que se aplique de forma efectiva la “reforma” sanitaria de Rajoy,
con colectivos excluidos y copago (que no es otra cosa que volver a
pagar dos veces nuestros impuestos) y la privatización de la sanidad
en la Comunidad Valenciana del gobierno de Fabra.
Si el PP sigue empeñado en recortar
ingresos a jubilados y pensionistas, y además haciéndoles pagar de nuevo lo
que ya pagaron antes, la mayoría con enfermedades propias de la edad
o de accidentes laborales y, por lo tanto, usuarios habituales de los
servicios sanitarios y de medicamentos, pronto la mitad de la
población española habrá fallecido y no harán falta inmigrantes.
Y esa es la lógica con la que Rajoy y el PP nos gobiernan.
2 comentarios:
Gracias Zapatero y el efecto llamada de la regulación masiva tenemos el doble de inmigrantes legales y el triple de ilegales que copan las ayudas sociales de los ayuntamientos y aumentan el sobre coste de la sanidad .La grave irresponsabilidad de los gobiernos del pp y PSOE con respecto al descontrol de la inmigración ha creado una casta de inmigrantes con muchos derechos y pocas obligaciones es hora de quitarse tabúes y falsas caretas o se esta con los parados españoles que necesitan trabajo o con los empresarios que buscan competencia y empleados que traguen con todo para pagar sueldos bajos.
Para blog de Massamagrell:
Supongo que te refieres a que existen es España 10 millones de inmigrantes legales (el doble) y 15 millones de inmigrantes ilegales (el triple), lo que sumarían 25 millones de inmigrantes, según tu comentario. Yo también soy “millonario” pero no me cuadran tus números ni los encuentro por ninguna parte..
Con la misma lógica estadística que esgrimes, también te es válido que sea Zapatero el culpable de que coticen y paguen impuestos. Eso, para ti es malo. Prefieres que sean ilegales, es decir, que no paguen pero que reciban las mismas prestaciones que Aznar impuso en el año 2.000, las mismas que hasta la fecha y que parece que tampoco estás conforme. Ese problema no te lo puedo solucionar, la seguridad social aún cubre la atención psiquiátrica para estos casos.
Y “el efecto llamada” supongo que te referirás a que gracias a los inmigrantes 900.000 pensionistas (españoles de pura cepa) cobran hoy su pensión, o que casi el 90 por cien de los ancianos dependientes (tu abuelo, tu madre o tu hermano) sean cuidados a “bajo precio” por las mujeres inmigrantes (las “panchitas” como os gusta decir), y de esta forma tu mujer pueda ir a trabajar en vez de quedarse en casa a cuidar a algún familiar enfermo o dependiente. En la última década el 12 % de amas de casa pudieron entrar en el mercado laboral gracias a las mujeres inmigrantes.
También se supone que no te gusta que , en la última década, hayan contribuido a que casi el 40 por cien de la riqueza española provenga de su trabajo, sea legal o ilegal.
Estos datos , y otros más, no me los he sacado de la manga como tu haces para deducir que “llueve porque los socialistas mean desde el cielo”. Los he sacado de internet, estadísticas de INE, padrón, etc. Y diarios tan poco sospechosos de ser “socialistas” como EL MUNDO”.
Comprendo que los racistas no quieran ver, oír y escuchar, como los monos, cuando se trata de pensar (razonar). Lo que no comprendo es que quieras rebatir un artículo con el “... y tu más” o que sin leer absolutamente nada de lo escrito saques a relucir un sentimiento racista encubierto para concluir lo malos que somos los socialistas. Eso es lo mismo que si yo te dijese que “fulano es un hijo de....” y te pido que demuestres que no lo es.
Sobre el "gasto" que realizan, tanto en sanidad como en servicios sociales, nada te cuesta preguntar directamente en donde se prestan esos servicios. Seguro que algún médico o trabajador sanitario o de servicios sociales te aclarará mejor que yo los datos de tu sufrimiento.
Antes de opinar conoce a tu “enemigo”. Al menos intenta comprender lo que lees. Si sabes leer.
Saludos.
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