RADIOGRAFÍA DE UNA CRISIS ECONÓMICA

Lo primero que aprenden los economistas en las universidades son las recetas keynesianas para curar las enfermedades económicas, también es lo primero que olvidan. Keynes y sus teorías fueron el referente para solucionar la crisis económica derivada del “crack” de 1.929, la más parecida a la situación que vivimos en la actualidad. Sus diagnósticos y soluciones se aplicaron en Estados Unidos con la “New Deal” de Rooselvet e incluso por los estados totalitarios de antes de la II Guerra Mundial, levantando las economías de sus respectivos países.

Keynes, adoptado por derechas e izquierdas, sentó las bases del Estado de Bienestar que conocemos en Europa

Después de la guerra, Europa fundamentó su crecimiento y creó las bases del Estado de Bienestar tomando como referente a Keyness. Conservadores y socialdemócratas marcaban sus políticas económicas sin salirse del guión keynesiano, que daba suficiente margen para el juego ideológico de los partidos que ocupaban el poder en Estados Unidos, Europa y Japón principalmente, tanto de derechas como de izquierdas.

El neoliberalismo, mayoritario ahora en Europa, propugna el desmantelamiento del Estado de Bienestar

Este equilibrio, que mantenía pequeñas crisis periódicas que se podían corregir, se rompió en los años 80 del siglo pasado cuando Ronald Reagan en los Estados Unidos, Margaret Thatcher en el Reino Unido y Augusto Pinochet en Chile aplicaron las teorías neoliberales de Schumpeter, Hayeck y Friedman. Tales teorías propugnaban el desmontaje de los controles que imponían los gobiernos a sus economías y descartaban toda intervención de los Estados, a favor o en contra, en la regulación de los mercados. A partir de entonces el Estado protector era innecesario y los mercados se regularían solos por autodisciplina.

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La Tercera Vía, entre la socialdemocrácia y el neoliberalismo

El éxito de dichas políticas neoliberales en el crecimiento económico de dichos países (Estados Unidos, Inglaterra y Chile) supuso el abandono paulatino de todo aquello que tuviese que ver con Keynes. Incluso la socialdemocrácia adoptó en parte la nueva panacea neoliberal inspirada en la Tercera Vía del laborismo británico que comandaba Tony Blair. En España y en Alemania, tanto González como Schroeder, practicaron parte de las nuevas y milagrosas políticas neoliberales en la desregulación de mercados. Sin embargo, en el caso español, se incrementó la protección estatal de los servicios básicos como la educación, la sanidad y las prestaciones sociales para acercarse al “estandar“ del Estado de Bienestar implantado en Europa. Era una etapa de crecimiento y de vacas gordas.

El neoliberalismo que se quiere aplicar en España por el Partido Popular, aumentó las diferencias entre ricos y pobres en los 80

Lo que no se tuvo en cuenta fue que tanto en los Estados Unidos de los 80, como en Inglaterra y, sobre todo, en Chile, las consecuencias del “experimento” neoliberal fueron devastadoras para amplias capas de la población. Los ricos llegaron a ser mucho más ricos, pero muchas familias de la clase media pasaron a la pobreza sin ningún tipo de protección. Es cuando los trabajadores vieron como sus sindicatos se iban desmontando a medida que perdían fuerza por la precariedad laboral y, a consecuencia de ello, fueron mermados sus derechos más básicos a cambio de un empleo temporal mal pagado. Apareció también el fenómeno “homeless”, los sin techo, profesionales que de la noche a la mañana se vieron en la calle con un solo cartón para cobijarse.

Para los neoliberales el Estado de Bienestar es un derroche que debe ser eliminado, privatizando la educación, la sanidad y las pensiones a medio y largo plazo

En la teoría neoliberal el mercado se regula solo y las bolsas de desempleo y pobreza son asimiladas de nuevo por dicho mercado como consecuencia del equilibro y disciplina que se aplica el propio mercado, sin necesidad de intervención alguna por parte del Estado. Mientras tanto, los que hayan caído en desgracia se las deben ventilar como puedan.

George Bush Jr. impulsó el desmantelamiento de las ayudas sociales en EEUU y el militarismo, como medidas extremas neoliberales

Todo ello sería válido si de verdad los mercados se autoregulasen, sin intervención alguna de los gobiernos. Pero la codicia no tiene límites, llegando al extremo de la quiebra de Lehman Brothers, principal banco norteamericano, en agosto de 2.007, que supuso el inicio de la actual situación de recesión y crisis económica a nivel mundial. La falta de controles y de regulación estatal, ayudados por previsiones ficticias de los calificadores de ráting (Ficht, Standar & Pool y Moodyś) -que hoy nos dicen lo que hay que hacer-, provocó el hundimiento del sistema financiero. Los bancos, principalmente los europeos, habían comprado “titulos” y paquetes de acciones fantasma basados en previsiones de ganancias anteriores de operaciones financieras que no tenían ninguna garantía (se concedían hipotecas a gente que no ofrecía garantías de devolución salvo su sueldo). Ahí empezó el crack actual.

Crisis anteriores avisaban del descontrol neoliberal

Hubieron avisos de la falta de disciplina de los mercados: la crisis de 1.997, la burbuja internet, el escándalo Enron y Parmalat, la crisis del “corralito” argentino y la actuación en solitario de varios brokers (operadores bursátiles) – como el caso del broker del Credit Lyonaiss que le hizo perder 8.000 millones de euros en un solo día- que alarmaron a los gobiernos, pero a los que hicieron caso omiso.


Inglaterra, Francia y Alemania son los principales valedores del neoliberalismo hoy en Europa

Llegados a este punto, donde hoy nos encontramos al borde de otra gran recesión mundial (en gran parte por la falta de solidaridad de los principales gobiernos europeos:Alemania y Francia), se impone la necesidad de refundar de nuevo el capitalismo sobre bases más sólidas de control por parte de los Estados (que representan la soberanía popular gracias al sistema democrático). Los mercados, sus operadores financieros y bursátiles, solo tienen por interés ganar dinero como caballos desbocados y seguirán recorriendo todos los sectores económicos a lo largo y ancho de todo el mundo mientras se les deje. Internet, la rapidez de las nuevas tecnologías y la falta de control se lo permiten.

España sufre el acoso de dos "burbujas inmobiliarias", la propia y la norteamericana que inició la crisis en 2007

En nuestro particular caso, España, la crisis nos ha pillado con los bancos contaminados de multitud de paquetes financieros “basura” cuya inversión es de difícil recuperación. Estos paquetes provienen de las hipotecas sin garantía que ofrecían los bancos americanos a sus clientes y que luego “revendían”a los europeos y que fue el origen de la crisis económica actual. Particular es también nuestra propia”burbuja inmobiliaria” donde las cajas de ahorros participaron activamente en adelantar dinero en base a futuras ventas de pisos, que se construyeron en exceso. El gobierno socialista de Zapatero no cortó esta situación de raíz cuando pudo hacerlo, pero nadie vio lo que se avecinaba, máxime cuando España estaba a la cabeza del crecimiento económico europeo, con superávit por primera vez en la historia y con 20 millones de empleados y un 8 % de tasa de desempleo, la más baja también de toda la historia de España. Es obvio que nadie pensase en una recesión mundial de tan graves consecuencias.

Las inversiones públicas, los subsidios y la contención del gasto supérfluo en autonomías y ayuntamientos, bastarían para contener la crisis si los bancos y cajas de ahorro hubiesen estado "sanos"

Con nuestra particular crisis, además de la mundial, y con 5 millones de parados y la economía estancada, las políticas de inversión pública (planes E) y de protección a los menos pudientes (para que mantuviesen su nivel adquisitivo y con ello el nivel de compras que hiciese mover el dinero) hubiesen bastado sumando la disciplina presupuestaria en autonomías y ayuntamientos. A lo que habría que añadir el saneamiento bancario y la posibilidad de devaluar la moneda.

La devaluación de la moneda es otro instrumento "anticrisis" del que ya no disponemos por pertenecer al euro

La devaluación de la moneda, panacea de gobiernos anteriores con la peseta, ahora es imposible porque corresponde al Banco Central Europeo y deciden en conjunto 17 países de la zona euro. Suiza acaba de salvarse gracias a la devaluación de su moneda, que era lo que se ha hecho siempre en época de vacas flacas.

Los ataques de los mercados a nuestra deuda pública se deben al aval que el Estado español ofrece a los bancos y cajas de ahorro

Por otra parte, la financiación privada de los españoles se cortó de raíz por la intoxicación de falsos títulos financieros de los bancos y cajas de ahorros españoles, como se ha dicho antes. El Estado español, sin embargo, es de los que menos deuda pública tiene comparado incluso con Italia, Francia o Alemania. No es comparable al caso de Grecia, donde el gobierno de derechas de Karamanlis falseó las cuentas públicas para entrar en el Euro, cuyos platos rotos está pagando el actual gobierno socialista de Papandreu.

El problema es que España está bajo sospecha por su deuda privada y cuando pone deuda pública a la venta para financiarse (bonos soberanos), los mercados obtienen más rentabilidad a medio y corto plazo que comprando bonos alemanes, referente en la famosa prima de riesgo. En todo ello juega un papel muy importante la especulación – se presiona a quien tiene dinero con la amenaza de que lo pierda todo- fomentada indirectamente por Alemania que paga menos intereses por su financiación pública, mientras se mantenga este “pánico de escena”. No es especial cariño hacia España, Italia, Grecia o Portugal, son matemáticas puras.

Otra solución para evitar los ataques a la deuda soberana es crear el eurobono

En los Estados Unidos, la situación del estado de California (tercera potencia mundial si se separase de los EUA) es de bancarrota pública y no es mucho mejor que la de Grecia, pero corresponde a la Reserva Federal norteamericana emitir los bonos de financiación diluyendo los costes de intereses entre todos los estados de la Unión. En Europa, una de las soluciones para acabar con los ataques a la deuda soberana (la de los estados que emiten deuda pública por separado como España) pasa por la implantación del eurobono, es decir, el BCE emitiría deuda pública en nombre de todos los estados de la zona euro, de esta forma los intereses se pagarían ponderadamente, cosa que no le interesa a Alemania que pasaría a pagar más por sus bonos de deuda. Pero se salvaría el conjunto de la zona euro de los ataques especulativos, incluida la propia Alemania (la recuperación de sus “clientes” influiría positivamente en sus compres y ventas). Los especuladores de los mercados dirigirían los ataques a otras monedas y sectores productivos. Por aquí ya se podría respirar y comenzar a imponer controles a los mercados, que es el siguiente paso.

Es muy difícil poner de acuerdo a 27 gobiernos europeos que, por su ideología neoliberal. ven el momento oportuno en esta crisis para desmontar el Estado de Bienestar, primero recortando y luego privatizando

El problema, ahora, es que la mayoría de los 27 gobiernos europeos que componen la UE, incluidos los 15 de los 17 de la zona euro, son de derechas y convencidos defensores de las políticas neoliberales. Son anti intervencionistas por naturaleza, nacionalistas (cada uno barre para su casa) y enemigos exaltados de todo aquello que huela a keynesianismo. Es la oportunidad de oro que tienen, aprovechar esta crisis, para desarmar el Estado de Bienestar recortando y privatizándolo, y como es lógico, con estas medidas, los mercados volverán con el tiempo a la autodisciplina que pregonan sus teorías. Es la expresión del “mínimo Estado” que enunciaban Schumpeter, Hayeck y Friedamn, sus mentores ideológicos, que también lo son de la derecha española.

Los gobiernos europeos están tomando las mismas medidas que, tras el "crack" de Wall Street en 1.929, condujeron a la "Gran Depresión" de los años 30

Por desgracia, la codicia ha roto esa “autodisciplina” que marca el equilibrio neoliberal, arrastrándonos a una crisis sin precedentes desde hace 80 años. Las medidas que se tomaron desde el crack de 1.929 eran similares a las que se están tomando ahora, lo que motivó la posterior depresión y crisis económica mundial de los años 30. Las políticas intervencionistas de Rooselvet (New Deal) en los Estados Unidos marcaron la recuperación. Keynes analizó la crisis de entonces y formuló sus teorías, marcando para las generaciones siguientes los elementos de diagnóstico y “curación”. Lamentablemente el germen del fanatismo de los salvadores y extremistas, que abundan en tiempos de crisis económicas, se hizo con el poder conduciendo al mundo a la II Guerra Mundial. Keynes resucitó y se aplicaron sus ideas económicas para la reconstrucción, hasta la fecha.

Keynes asesoró al presidente norteamericano Rooselvet con sus políticas intervencionistas (New Deal), lo que supuso el inicio de la recuperación económica en los Estados Unidos

Tarde o temprano habrá que recurrir de nuevo a él y olvidarse de las recetas neoliberales que nos están llevando al abismo. Los socialistas (socialdemócratas) avanzan lentamente por Europa, esperemos que no sea demasiado tarde y se olviden también de la Tercera Vía.

Por lo menos para solucionar la actual situación de estancamiento económico.