QUE PREVALEZCA LA SENSATEZ

Allá por el año 1994, Pedro J. Ramírez, periodista destacado por su incoherencia política y falta de ética, invitó una noche a cenar en su casa a Aznar y a Anguita, en la que les trasladó la brillante idea de ir juntos ambos en su asalto a la Moncloa.

En aquél entonces las encuestas indicaban que el PSOE estaba en caída libre, camino del precipicio. Anguita, quien soñaba con liquidar políticamente a González, vio hueco y dedujo que había llegado su hora. Con un PSOE derrotado, Izquierda Unida podría reemplazar a los socialistas.

El mecanismo conocido como “la pinza” acabó funcionando, en Asturias. Ante la orden de Anguita, nada pudo hacer Gaspar Llamazares. En la ciudad de Málaga, sucedió una cosa parecida.

Hoy nos encontramos en un escenario similar. Anguita, cuando vio que había fuertes tensiones en el seno de Izquierda Unida en torno al futuro político de Extremadura, no lo dudó. Se sumó al carro de los que quieren echar al Partido Socialista de la Junta de Extremadura. Argumentos, los de siempre, “los socialistas no son de izquierdas”.

Ante argumentos como este, yo me pregunto ¿Pero es acaso de izquierdas el Partido Popular? ¿Pretende Anguita, personaje que en su carrera de poder avanza por la izquierda y poco más tarde circula por la derecha, que el Partido Popular le haga un homenaje por todo lo alto?

Resulta muy preocupante observar como Izquierda Unida interpreta magistralmente el papel de “perro del hortelano”, esto es, ni come ni deja comer. Mientras, la comilona es para el Partido Popular, lo cual es más desolador si cabe.

Ayer pude leer en la prensa, que el Consejo Político de Izquierda Unida en Extremadura, ha decidido preguntar a sus bases cual debe ser la postura de sus tres parlamentarios. Si abstenerse a favor del Partido Popular, o apoyar al Partido Socialista, todo ello, en un intento de pretender evadir su responsabilidad en las bases del partido.

El artículo señalaba que una vez realizada dicha consulta, su resultado será trasladado al mencionado Consejo Político quien tendrá la última palabra al respecto, pero con la peculiaridad de que el aludido Consejo respetará sea cual fuere su resultado, a pesar de no tener que acatar el mismo.

Cuando los resultados electorales no le son favorables a Izquierda Unida, sus responsables culpabilizan de ello a la ley D´Hont pero, tengo la sensación de que éstos, no se percatan de que en las ocasiones que han de tomar decisiones importantes son totalmente incapaces, cobijándose en una mal entendida democracia interna.

Parece ser que los dirigentes de Izquierda Unida, han sufrido una amnesia cerebral, olvidando que han sido elegidos por los electores y que han de dar la cara ante ellos. Han de tener el coraje y la determinación de tomar decisiones por sí mismos y nunca, nunca amparase en falsas democracias internas y milongas similares.

Hace pocos días Iñaki Gabilondo, aseguraba que “a veces la izquierda y la derecha en políticas se parecen mucho, dicen que cada día más y que en ocasiones resultan indistinguibles. Pero hay un rasgo definitivo clarificador. La derecha es siempre más inteligente y la izquierda más tonta. Históricamente siempre ha sido así, tal vez porque la derecha sea un instinto y la izquierda una deducción…”

El objetivo de la derecha es claro, siempre el mismo, obtener el poder al precio que sea. La izquierda en cambio se manifiesta de forma más confusa, creando situaciones inverosímiles y muchas veces jugando contra sus propios intereses, cosa que a la derecha no le ha ocurrido nunca.

Lo que con toda probabilidad ocurrirá en Extremadura, no lo hubiera hecho en su vida la derecha, ellos no se ponen zancadillas. El ser de derechas es algo que se aprende desde la más tierna infancia. El ser de izquierdas, es un aprendizaje que no termina nunca. Aprendamos.

Iñaki Gabilondo terminaba su intervención señalando que a la derecha siempre se le recuerda por sus aciertos y no por sus errores. El felipismo fue corrupción y el GAL, sus logros han quedado olvidados. El Partido Popular, es el éxito de la prosperidad económica del 96 con la liberalización del suelo y, se ha olvidado de que fue responsable de que más tarde reventará todo nuestro sistema económico.

Así están las cosas, y lo que puede ocurrir en Extremadura es un claro ejemplo de la afirmación de Gabilondo, la izquierda siempre es más tonta y la derecha más lista.

Únicamente queda hacer una doble reflexión; la primera que en el año 95 Izquierda Unida favoreció un gobierno del Partido Popular en Asturias. En las elecciones siguientes se desplomó, al igual que le ocurrió en las elecciones generales del 2000, la segunda es que sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan, sin duda por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor.

Jacinto Aroca