23 de abril de 2010: Día Internacional del Libro.
No estaría de más que en estos tiempos se extendiera esa costumbre de exteriorizar nuestro amor por los libros y acordarnos de regalar un libro el día internacional del libro, yo como costumbre regalo libro todos las navidades y a veces existe reciprocidad y también me regalan un buen libro.
Cuando realizas un viaje un buen compañero suele ser un buen libro, yo cuando hago una maleta incluyo siempre uno.
Mientras tanto, nos conformaremos con que cada 23 de abril más ciudadanos se sumen a esta celebración. Los índices de lectura están bastante bajos y deberíamos todos contribuir por subirlos. El hábito de la lectura, como todos, sólo se adquiere con la práctica y desde el convencimiento de que es bueno, primero para el lector y, después, por extensión, para el conjunto de la sociedad.
Hace no muchos años en Massamagrell se celebraban “Xarrades Literaries” y por grupos elegíamos un libro y lo leíamos y comentábamos. Era una muy buena medida para compartir aquello que cada uno extraíamos de nuestra lectura individual y la puesta en común a veces era extraordinaria, los/las trabajadores de la biblioteca pública “se lo curraban” y nosotros estábamos encantados con aquella iniciativa. Ojala algún día vuelvan a realizarse aquellas Xarrades…
Creo que todas y todos, leamos o no, estamos convencidos de que leer es importante: enseña, despierta la imaginación, nos ayuda a conocernos mejor, abre la mente, nos hace -o debería hacernos- más críticos con los demás y con nosotros mismos. Otra ventaja de esta actividad es que se puede practicar en cualquier sitio: en casa, en el autobús, en una sala de espera…
De otro lado, las nuevas tecnologías acercan la lectura en formatos para todos los gustos: se pueden llevar puestos, con el tamaño de letra que queramos e, incluso, hasta nos los leen al oído. Habrá que actualizarse…
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