¿POR QUÉ DIMITE CAMPS, SI NO ES UN CORRUPTO?
El presunto corrupto, amigo del alma dimitió el pasado miércoles, como presidente de la Generalitat valenciana debido a su implicación en el llamado caso de los trajes, una de las vertientes del caso Gürtel.
La puesta en escena de su dimisión ha sido escrupulosamente instruida, presentándose como víctima de una campaña personal contra él, y como era de esperar, declarándose inocente en el caso que investiga su relación con esta trama.
Dicha dimisión se produce después de que el pasado viernes el juez José Flors, instructor en el Tribunal Superior de Justicia de Valencia, de la llamada causa de los trajes, haya encontrado trece indicios de un delito de cohecho impropio en la actuación de susodicho personaje y, dictase un auto que confirmaba que el infecto, se sentaría en el banquillo.
Probablemente, la probable corrupción de este personaje, vaya mucho más lejos que los tristemente célebres trajes. Los jueces indagan una supuesta financiación ilegal del partido mediante un entramado de empresas.
La supuesta financiación ilegal del Partido Popular se recoge en sendos informes de la Brigada de Blanqueo de Capitales. La policía concluye que los genoveses valencianos, se financiaron ilegalmente a través de varias constructoras, utilizando como tapadera a Orange Market, la empresa de El Bigotes, que constituía la cabeza de puente en Valencia de la red corrupta que dirigía Francisco Correa.
La segunda trama de envergadura gestada a la sombra del Gobierno del aludido delincuente, se descubrió en el caso Brugal, que investiga supuestos sobornos de empresarios a cargos del Partido Popular por negocios vinculados a la basura y el urbanismo en Alicante. Junto a los casos Gürtel y Brugal, otro escándalo de relevancia es el de la depuradora de Pinedo (Valencia).
Probablemente, la probable corrupción de este personaje, vaya mucho más lejos que los tristemente célebres trajes. Los jueces indagan una supuesta financiación ilegal del partido mediante un entramado de empresas.
La supuesta financiación ilegal del Partido Popular se recoge en sendos informes de la Brigada de Blanqueo de Capitales. La policía concluye que los genoveses valencianos, se financiaron ilegalmente a través de varias constructoras, utilizando como tapadera a Orange Market, la empresa de El Bigotes, que constituía la cabeza de puente en Valencia de la red corrupta que dirigía Francisco Correa.
La segunda trama de envergadura gestada a la sombra del Gobierno del aludido delincuente, se descubrió en el caso Brugal, que investiga supuestos sobornos de empresarios a cargos del Partido Popular por negocios vinculados a la basura y el urbanismo en Alicante. Junto a los casos Gürtel y Brugal, otro escándalo de relevancia es el de la depuradora de Pinedo (Valencia).
Ante este escenario desolador, no cabe más que preguntarse ¿Por qué los votantes del Partido Popular valenciano, madrileño o de dónde sea, siguen votando incondicionalmente a esta formación política sin importarles su implicación en casos de corrupción? ¿Acaso no son conscientes de su gravedad?
En realidad es muy difícil de explicar. Se trata de la ética de las personas, que de no revisarse puede llevarnos a una sociedad amoral, sin principios ni decencia. Y esa putrefacción a una enfermiza democracia. La corrupción acaba poco a poco con todo, con los valores, las ilusiones, con la justicia, incluso con una sociedad democrática.
Por su parte, Mariano se ha limitado ha calificar de muy dura la decisión del hasta ahora Molt Honorable, asegurando que “la misma ha sido adoptada pensando en el beneficio de las instituciones y de los ciudadanos de la comunidad”. Además, afirma Mariano, que “la dimisión no prejuzga en absoluto su presunción de inocencia ni menoscaba su ejecutoria intachable al frente de la Generalitat que los valencianos acaban de revalidar democráticamente". "Su renuncia", prosigue Mariano, "no empaña ni contradice la opinión que siempre he tenido de Camps y su honorabilidad” calificando la misma como “un ejercicio de responsabilidad y de ejemplaridad política que le ennoblecen”.
La situación de Mariano, a pesar de que no ha movido un dedo para esclarecer el alcance de la corrupción, era bastante más insegura frente a las elecciones generales de lo que muchos creen. Precisaba con urgencia un 'mártir' para lavarse las manos respecto a la corrupción política. Ya lo tiene. Que nadie se engañe: la dimisión de quien se pagaba sus trajes, no es un gesto ético, sino una operación estrictamente táctica y electoralista. El propio corrupto, lo admite cuando manifiesta haberse sacrificado a favor de su partido y a favor de Mariano.
Lo realmente cierto es que quien durante años reflejó la imagen de ser un hombre honrado, austero, simpático y cercano a la gente, capaz de identificarse con los problemas de sus convecinos y, lo que resulta más difícil, capaz de resolverlos nos ha mentido. Una persona sencilla, accesible, un hombre religioso, de los de misa dominical, ha resultado ser un presunto delincuente.
Ahora, ese hombre que, a base de autodisciplina y autocontrol, consigue que sus gestos sean suaves, sus formas amables y su sonrisa afectuosa se encuentra a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados por un presunto delito de cohecho pasivo impropio. Y lo que es peor, no se explica por qué estas cosas le pasan a él. Y, como no lo entiende, las pocas veces que habla sobre el caso en el que está implicado dice cosas como: “Pues claro que me pago mis trajes” o "Quedan uno o dos escaloncitos y entonces toda esta cuestión tan extraña, tan absurda y tan estrafalaria habrá pasado".
¿En qué demonios piensa un presidente Autonómico cuando aceptaba esos regalos, cuando le tomaban medidas de un traje que nunca pagaría…? ¿Cómo podía mentir con esa facilidad? Que si “yo me pago mis trajes”, que si nunca pide facturas ni tickets, que si paga en metálico con el dinero que le da su mujer, que no tiene tarjetas…
Este personaje, fuera de las apariencias, de los votos del partido y del vehículo oficial sería una persona tan del montón que apenas sería advertido por nadie. Su gestión en esa Comunidad Valenciana a la que tanto quiere ha sido pésima: medio millón de parados, la mayor burbuja inmobiliaria de Europa, la mayor deuda de toda España, y luego dice que lo hizo todo por su tierra. Mejor que no hubiese hecho nada.
La situación de Mariano, a pesar de que no ha movido un dedo para esclarecer el alcance de la corrupción, era bastante más insegura frente a las elecciones generales de lo que muchos creen. Precisaba con urgencia un 'mártir' para lavarse las manos respecto a la corrupción política. Ya lo tiene. Que nadie se engañe: la dimisión de quien se pagaba sus trajes, no es un gesto ético, sino una operación estrictamente táctica y electoralista. El propio corrupto, lo admite cuando manifiesta haberse sacrificado a favor de su partido y a favor de Mariano.
Lo realmente cierto es que quien durante años reflejó la imagen de ser un hombre honrado, austero, simpático y cercano a la gente, capaz de identificarse con los problemas de sus convecinos y, lo que resulta más difícil, capaz de resolverlos nos ha mentido. Una persona sencilla, accesible, un hombre religioso, de los de misa dominical, ha resultado ser un presunto delincuente.
Ahora, ese hombre que, a base de autodisciplina y autocontrol, consigue que sus gestos sean suaves, sus formas amables y su sonrisa afectuosa se encuentra a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados por un presunto delito de cohecho pasivo impropio. Y lo que es peor, no se explica por qué estas cosas le pasan a él. Y, como no lo entiende, las pocas veces que habla sobre el caso en el que está implicado dice cosas como: “Pues claro que me pago mis trajes” o "Quedan uno o dos escaloncitos y entonces toda esta cuestión tan extraña, tan absurda y tan estrafalaria habrá pasado".
¿En qué demonios piensa un presidente Autonómico cuando aceptaba esos regalos, cuando le tomaban medidas de un traje que nunca pagaría…? ¿Cómo podía mentir con esa facilidad? Que si “yo me pago mis trajes”, que si nunca pide facturas ni tickets, que si paga en metálico con el dinero que le da su mujer, que no tiene tarjetas…
Este personaje, fuera de las apariencias, de los votos del partido y del vehículo oficial sería una persona tan del montón que apenas sería advertido por nadie. Su gestión en esa Comunidad Valenciana a la que tanto quiere ha sido pésima: medio millón de parados, la mayor burbuja inmobiliaria de Europa, la mayor deuda de toda España, y luego dice que lo hizo todo por su tierra. Mejor que no hubiese hecho nada.
Un catedrático de psicología social de la Universidad de Valencia opina que Camps "se siente ajeno y distanciado de lo que está ocurriendo. No lo entiende ni lo asimila. Él quien dice que trabaja por el bien común y, por la verdad le contestan con inculpaciones. La sensación de extrañamiento implica una pérdida de identidad. Camps no se reconoce en lo que dicen de él porque no hablan de él. Hablan de otro".
Quizá esto explique que en un tono grandilocuente haya hecho del ataque su mejor defensa, afirmando que hoy, han perdido para siempre los que han pretendido acabar con él a través de mentiras, arremetiendo contra el “sistema brutal” que ha llevado la “falsa” imputación de una investigación judicial de la que, según ha dicho, se demostrará su inconsistencia.
Según él, “muchas personas tendrán que bajar la cabeza por la barbarie” de la que ha sido objeto. En su opinión, todas estas mentiras e insidias se deben a que los que no han podido ganarle en las urnas “nunca”, pretendan acabar así con él.
Entiendo que algunos políticos que hayan estado en contacto con la mugre, tengan que lavarse para no oler mal, pero como dijo Napoleón “En política hay que sanar los males, jamás vengarlos”
Jacinto Aroca
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