LA EMPERATRIZ DE LA MANCHA Y SU PATRIOTISMO DE HOJALATA

La Emperatriz de de Castilla-La Mancha debe empezar su mandato dando signos de seriedad y coherencia política mostrando, que las atrocidades lanzadas por su partido entre el 22-M y el debate de investidura eran ciertas, o por el contrario debe salir inmediatamente a pedirnos disculpas a los castellano-manchegos.

Ya no está en la oposición, ya se ha pasado el tiempo de acusar falsamente de aquello que le venía en ganas. Debe dejar atrás la estrategia de poner a parir al Gobierno. Ahora tiene que gobernar.

Veremos si los cargos del Partido Socialista Obrero Español que ha eliminado y los del Partido Popular que ha nombrado, han disminuido en un 60 %. Veremos la austeridad en sueldos y demás “despilfarros”. Veremos cómo se las arregla para eliminar 30 delegados provinciales y 52 directores generales. Veremos en qué ha quedado el plan hidrológico y el plan energético. Compararemos los datos del paro que ha recibido y los que se vayan consiguiendo. Veremos la mano tendida que pide, y que ella negó siempre.

Es importante recordar que la Emperatriz de la Mancha y su Sancho Panza particular Vicente Tirado, secretario general de los genoveses en tierras manchegas, se atribuyeron el papel de víctimas en el traspaso de poderes. La estrategia era fácil, el gobierno de Barreda, no ayuda a hacer una transferencia pacífica.

Lo ideal para su plan era que Barreda se hubiera negado a aceptar los solicitados encuentros previos atípicos. Pero el hasta entonces presidente manchego dio la orden a todos sus consejeros de verse con quien decidiera el Partido Popular, fuera éste quien fuera, para ir poniéndoles al día de la situación en cada consejería.

El plan A del victimismo, no resultó. No podían hacerse las víctimas y lanzar la sospecha por ese camino, pero no importaba. Había un plan B. Y así, dos días después de que el gobierno manchego aceptara los encuentros, Vicente Tirado, y otros dirigentes populares, pusieron en marcha una nueva estrategia: ahora había que decir que la Comunidad estaba en quiebra. O casi.

Y eso hicieron; justo cuando iban a empezar los encuentros, los dirigentes populares comenzaron a conceder entrevistas en las que anunciaban, por ejemplo, que no se iba a poder pagar a los funcionarios. O que no se pagaba a las empresas. Que el futuro era malo, pero malo, malo.

Primero la “Bien Pagá” afirmó que Castilla-La Mancha estaba en quiebra y tuvieron que rectificar ante la falta de datos; luego la compararon con Grecia y el Financial Times se hizo eco de tamaña barbaridad; más tarde aseguraron que no habría dinero para pagar a los funcionarios y todos cobraron en día y hora; luego provocaron la alarma general y la agencia Moody’s llamó al Gobierno preocupada tras las denuncias del Partido Popular.

¿Por qué esta campaña? El Partido Popular gobierna en estos momentos en todas las Comunidades excepto en Cataluña, País Vasco, Andalucía y también lo hace en muchas de las grandes capitales. El poder regional que tiene es enorme. Desde ahí puede dificultar de una manera crucial cualquier política que intente el Gobierno central. Y, por tanto, puede usar ese poder para buscar forzar un adelanto electoral.

Pero además, a partir de que la idea de “quiebra” en las Comunidades cale, resultará mucho más fácil para el Partido Popular implantar la política de recortes en el gasto social.

¿En base a qué datos se realizaban estas afirmaciones cuasi apocalípticas sobre el futuro de los manchegos si todavía no se había comenzado a realizar el intercambio de papeles que pudieran dar base a esas afirmaciones? ¿Tenían datos que probaran esas afirmaciones? Tirado y los demás dirigentes populares tuvieron que reconocer que no. Pero bueno, para eso quedaba otra salida: sus afirmaciones estaban basadas en las denuncias y los comentarios de “anónimos” funcionarios y empresarios.

El pasado martes, en la sede nacional de los genoveses ocurrió un hecho nada casual ni espontáneo. La Emperatriz de Castilla La Mancha a tiempo parcial y a la vez Secretaria General del Partido Popular, retribuida y con dedicación exclusiva, favoreció deliberadamente a esos mercados especulativos, poniendo en duda las cuentas castellano-manchegas como lo recoge el diario norteamericano The WallStreet Journal.

Este nuevo patriotismo de hojalata, cuanto peor mejor, lo está llevando la Emperatriz hasta sus últimas consecuencias. La duda que circula, incluso entre los propios genoveses, es quien o quienes ganan con sus declaraciones especulativas. La respuesta es simple y cercana. Ser mujer a tiempo completo de un experto en situaciones de crisis que ha hecho de la intermediación su modo de vida hace que también la Emperatriz acabe convirtiéndose en una mera intermediaria de ya no se sabe quién o quiénes. De entrada, piensa mal y acertarás. Cospedal es lo que parece.

Jacinto Aroca