UN MINISTRO FRANQUISTA

En medio del aluvión de elogios a Fraga por parte de políticos y medios de comunicación afines al Partido Popular, no puedo más que mostrar mi indignación y rechazo por las mismas ya que, para quien suscribe, son totalmente injustas.

Se nos dice que nadie puede ignorar su contribución decisiva a la transición de la dictadura fascista a nuestra actual democracia, ni sus esfuerzos para llegar a acuerdos en el marco de la Constitución.

Irónico ¿Verdad? Quienes realizan estas declaraciones pretenden ahora intentar ocultar en un ejercicio de amnesia colectiva, que fue un servidor fiel y contundente de la dictadura franquista.

Mienten, ocultan parte de su biografía y lo presentan como demócrata de toda la vida, intentando hacernos creer que en realidad era un topo democrático en la dictadura franquista.

No señores, no. Llamemos a las cosas por su nombre. Dejémonos de ser políticamente correctos. Los únicos principios y valores que movían a este lacayo del genocida y caudillo por la gracia de dios, fueron los del Movimiento de la dictadura.

Fue él quien sentenció que "el glorioso alzamiento popular del 18 de julio de 1936 fue uno de los más simpáticos movimientos político-sociales de que el mundo tiene memoria. Todos hemos de reconocer que la mayor y la mejor parte del país fue la que se alzó, contra un Gobierno ilegal y corrompido de la República, que preparaba la más siniestra de las revoluciones rojas desde el poder".

Pero sigamos repasando su biografía. El 3 de marzo de 1976, siendo ministro de la Gobernación, la policía armada entró en la Iglesia San Francisco de Asís en Vitoria, en la que estaba previsto realizar una asamblea de trabajadores que se encontraban en huelga en contra del decreto de topes salariales y en defensa de mejores condiciones de trabajo. Apenas unos segundos después, empezaron a disparar gases lacrimógenos en un recinto cerrado y abarrotado de gente creando indignación y sobre todo pánico. Los que salieron por delante medio asfixiados y con pañuelos en la boca fueron apaleados por los flancos y a los del frente les dispararon. Quien en diciembre de 2008, la necesidad de "colgar a los nacionalistas" resolvió la situación que habían creado como mejor sabia, a tiro limpio, asesinando a cinco trabajadores.

Es sumamente importante recordar que quien para los de su calaña "era un simple matón con aires de palurdo" fue el tipo de aquello de "la calle es mía" al igual que "el franquismo ha sentado las bases para una España con más orden"
Pero lo que más me sorprende y su vez me subleva son declaraciones de políticos de izquierda. Me refiero concretamente a las efectuadas por el compañero José Antonio Griñan, quien ha declarado que "Fraga estuvo a la altura cuando había que construir pacíficamente una España constitucional"

Querido Pepe, tonterías sí, pero las justas. Fraga no ha sido un franquista reconvertido a la democracia, ha sido un franquista que se ha subido al carro de la democracia porque ya no le quedaba más remedio si quería seguir en el poder. La democracia en este país, no la trajó él, sino el pueblo en la calle. ¿Acaso te has olvidado que este individuo dirigió una campaña propagandística presentando al dictador como si fuera un anciano compasivo, humanitario, piadoso… de todos los españoles? ¿Es que no recuerdas que perteneció a gobiernos que firmaron sentencias de muerte? ¿Cómo puedes hacer esas declaraciones de quien dijo "las tierras de Andalucía, para los señoritos andaluces"?
Pero lamentablemente, con Fraga no ha muerto el franquismo. El Partido Popular, nunca ha criticado la dictadura franquista a sabiendas de que aún necesita muchos votos nostálgicos del franquismo que consideran que la democracia sólo les es válida si gobiernan ellos. Muere un franquista entre halagos y repugnantes reconstrucciones biográficas, y la ley de la memoria histórica aún no se puede implementar no vaya a ser que se molesten los herederos de los golpistas del 36.

En la necrológica del Partido Popular se dice que para todos los afiliados “la pérdida de un hombre ejemplar que siempre lucho por sus ideales, con absoluta convicción, y que siempre demostró su amor a España y a Galicia”.

Hagamos una reflexión. En Alemania están prohibidas las manifestaciones nazis y hacer apología del nazismo; aquí nos gobierna el partido heredero de la dictadura asesina de Franco.

Sin nuestra democracia estuviera a la altura de las democracias europeas, no se estaría recordando a un ministro de la dictadura como artífice de la democracia, sino a esos miles de personas anónimas que murieron en silencio por haber defendido la democracia y sin que este país, apenas les haya agradecido los servicios prestados.

A Fraga, no hemos conseguido sentarlo en el banquillo de los acusados para que responda por los crímenes y por su colaboración con la dictadura franquista. No perdamos la esperanza de hacerlo con el resto de responsables.

Jacinto Aroca