EL 20-N VAMOS A GANAR LAS ELECCIONES

Rubalcaba tiene acorralado al modorro y poco expresivo candidato Mariano, mediante el continuo intento de destapar aquello que este oculta con verdadera obstinación, para que la ciudadanía pueda ver con certeza los propósitos gubernamentales del partido popular.

Pudimos ver que hizo en el debate televisivo. Leía, y eludía las preguntas, enmarañando todo lo que puede en lo que se refiere al gobierno socialista actual.

Mariano, con su proverbial y conocida holgazanería, soltando latiguillos, letanías, plegarias y chascarrillos allá donde va a hacerse oír, está disfrazando el verdadero y lamentable programa conservador con el que pretende que la brecha de desigualdad e injusticia que hay entre las diferentes clases sociales del país se agrande un buen trecho para hacer que los poderosos colmen sus objetivos de forma evidente y palpable.

Mariano se ha puesto, un disfraz de tierno cordero con el que quiere ocultar el verdadero lobo político que lleva dentro y con el que va a encargarse de romper y quebrar el estado del bienestar que se ha construido en los periodos de gobiernos socialistas. Presumiendo de sensatez, de sentido común y de una austeridad impostada, Mariano y sus palmeros, quieren convencernos de que con él las cosas van a ser poco menos que una delicia. Pero lo que realmente hace es engañar a todo aquel que se deja hacerlo, escudándose en logros pasados que son de muy dudosa veracidad.

Como es de esperar, muchos somos los ciudadanos que desconfiamos de él y de las bondades de su partido. Sabemos todos que sus propósitos conducen inexorablemente, a la injusticia social. Por ello, porque hay mucho en juego, debemos utilizar nuestro único instrumento verdaderamente eficaz para impedirles ejercer y conseguir sus objetivos, y es no es otro que nuestro voto que agrupado y concentrado en las candidaturas del Partido Socialista Obrero Español hará que, una vez más, la derecha de este país, deba esperar a gobernarnos.

Allá donde gobiernan los socialistas, la reducción de los gastos se hace evitando recortar gastos sociales, educación o sanidad. Hemos reducido el salario a los funcionarios con el firme propósito de evitar hacer daño a la educación y a la sanidad públicas.

La derecha española o lo que es lo mismo el Partido Popular, levantando la bandera de la crisis, utiliza esa excusa para reducir los gastos públicos en educación y sanidad. Señalan que por culpa de "adonde nos ha llevado el gobierno de Zapatero" hemos de recortar en aquellos lugares donde los "vagos funcionarios" se han de apretar más el cinturón. En algunos lugares proponen el copago, en otros de prescinden de tres mil interinos con el frío propósito, de potenciar la escuela privada en detrimento de la pública, en otros, simplemente falsean los datos, presionan a los interventores o, descaradamente, mienten, para echarle la culpa a los socialistas que gobernaron antes.

Podemos ganar las elecciones. Estoy plenamente convencido. El escenario no es peor que en anteriores elecciones, y solo basta recordar que en las generales de 1986 las encuestas más favorables señalaban que no obtendríamos más de 38% de los sufragios. El resultado fue del 48%, diez puntos más de lo que algunos medios pronosticaban.

Posteriormente en 1993 se llegó a decir, al igual que ahora, que no era necesario votar, que la suerte estaba echada, que los socialistas eran desbancados, sí o sí. Las encuestas no creían posible que el Partido Socialista Obrero Español, lograra más 119 escaños. El resultado fue que los socialistas obtuvimos 159 escaños, 18 más que el Partido Popular. Más tarde en 1996 todas las encuestas daban al Partido Popular una ventaja de 12 puntos sobre nuestro partido. El resultado fue una especie de empate técnico dilucidado por una escasa ventaja conservadora de tan solo trescientos mil votos.

Las encuestas se equivocan. Unas veces son simples errores, otras muchas son errores intencionados con el único propósito de desmotivar al electorado progresista. Debemos tener medianamente claro que el voto socialista en recesión se convierte en oculto exponencialmente, mientras que el voto socialista en expansión tiende a no ser oculto.

En lo que no existe equívoco alguno, es que hemos elegido al mejor candidato, que sin duda, será el próximo día 20 nuestro presidente.

Pelea por lo que quieres

Jacinto Aroca