Zapatero explica por carta, a los militantes socialistas, el Acuerdo Económico y Social
En estos días, todos los militantes socialistas hemos recibido una carta del presidente del Gobierno, en la que nos explica las últimas decisiones llevadas a cabo por el Ejecutivo. Dice así:
Querida compañera, querido compañero,
La protección social, la extensión del bienestar, el compromiso con la igualdad de oportunidades y con la cohesión… son rasgos de identidad de nuestro proyecto político; definen y dan sentido a nuestra vocación por lo público; están inseparablemente ligados a nuestra forma de entender la convivencia.
La protección social, la extensión del bienestar, el compromiso con la igualdad de oportunidades y con la cohesión… son rasgos de identidad de nuestro proyecto político; definen y dan sentido a nuestra vocación por lo público; están inseparablemente ligados a nuestra forma de entender la convivencia.
Con los socialistas en el Gobierno, cuando las cosas van bien, el Estado del Bienestar se fortalece y extiende; y cuando las cosas no van bien, hacemos todo lo necesario para preservarlo y garantizar su viabilidad futura. En el primer caso, somos una garantía de nuevas políticas sociales; y, en el segundo, de su consolidación.
Desde 2004, se han producido avances significativos, conquistas incuestionables en los ámbitos más relevantes de la protección social en España.Y debemos tenerlo siempre muy presente en la explicación de nuestra acción política, porque son datos concluyentes:
• Para recuperar el terreno perdido en los años previos, hemos aumentado el poder adquisitivo de las pensiones de menor cuantía y del salario mínimo un 27 y un 18%, respectivamente;
• Hemos levantado y estamos dotando de contenido al cuarto pilar del Estado de Bienestar, con el desarrollo del Sistema de Atención a la Dependencia, gracias al cual hoy 669.000 personas ya reciben una prestación;
• Estamos reforzando el instrumento más poderoso para fomentar la igualdad de oportunidades, la educación, a través de la política de becas más ambiciosa de nuestra historia (desde 2004, el número de becarios ha aumentado en 400.000 alumnos beneficiarios) y llevando el presupuesto en educación –no había ocurrido nunca antes- por encima del 5% del PIB (tras casi duplicarse);
• Velamos porque nuestra sanidad pública se consolide como una de las más eficientes de los países desarrollados (el gasto total de las CCAA y la AGE se acerca en la actualidad a los 65.000 M€, un 6% del PIB, un 50% más que en 2004);
• Desarrollamos una auténtica política de conciliación de la vida familiar y laboral, a través de la implantación progresiva de la escuelas infantiles (habiendo alcanzado ya la plena escolarización de 3 a 5 años, y cubriendo el 30% de 0 a 2 años), de la creación del permiso de paternidad (del que ya han disfrutado más de un millón de padres) y la ampliación del permiso de maternidad.
Y me gustaría destacar algo de lo que los socialistas nos podemos sentir satisfechos, especialmente en este periodo de dificultades: con todos estos avances entramos en la crisis y con ellos, consolidados, vamos a salir de la misma, a pesar de todos los esfuerzos y ajustes que estamos haciendo para facilitar la recuperación.
Además, hemos reforzado la protección social para afrontar las consecuencias de la propia crisis, particularmente en relación con el desempleo. En este momento, contamos con la tasa más alta conocida de cobertura del desempleo, en el entorno del 80%, veinte puntos más que en 2003. Gracias a este esfuerzo extraordinario, cumplimos con nuestra obligación de aliviar la situación de una amplia mayoría de las personas que han perdido su empleo, y contribuimos a preservar la cohesión social.
Por todo ello, en 2011, con el mayor recorte de gasto de nuestra historia reciente, hemos mantenido la prioridad de las políticas sociales con un aumento del gasto social del 60% con respecto a 2004.
En este marco de nuestro compromiso social, adaptado a las circunstancias, hemos impulsado la adopción, junto a los representantes de los sindicatos y de los empresarios, del ACUERDO SOCIAL Y ECONÓMICO por el crecimiento, el empleo y la garantía de las pensiones, firmado en Moncloa el pasado día 2 de febrero.
El primer elemento a destacar es la reforma y fortalecimiento de nuestro sistema público de pensiones. El nuevo sistema, en línea con las reformas que han emprendido los principales países europeos y como consecuencia lógica del aumento en la esperanza de vida de los españoles, contempla un aumento gradual de la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años; atiende a las especificidades de las profesiones que conllevan un mayor desgaste físico; toma en consideración los historiales de cotización para reducir, en su caso, la edad de jubilación; y reconoce la situación de los jóvenes becarios y de las mujeres con hijos a efectos de fijar su historial de cotización.
Con esta reforma, vamos a garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones para las próximas décadas. Dada la evolución demográfica prevista, no haberlo hecho hubiera supuesto o poner en riesgo el carácter público y universal del sistema, o el montante de las pensiones, o la estabilidad presupuestaria del conjunto de nuestra economía en el medio plazo y con consecuencias inmediatas de desconfianza sobre nuestras cuentas públicas.
Con la reforma conjuramos este triple riesgo: nuestro sistema de pensiones seguirá siendo un sistema público, universal y seguro, para todas las generaciones vivas, durante toda su vida de retiro; las pensiones, lejos de bajar, podrán seguir subiendo; y nuestras cuentas públicas podrán financiarlo en un marco de estabilidad presupuestaria necesario para generar confianza.
Por eso, sí, podemos sentirnos muy satisfechos, del paso que hemos dado; de haberlo hecho ahora, con tiempo suficiente para que la reforma sea a la vez gradual y flexible; y, sobre todo, de haberlo hecho con el acuerdo de sindicatos y empresarios y dentro del marco del Pacto de Toledo.
No lo dudéis: de quienes más interesados estamos en preservar nuestro Estado del bienestar –y las pensiones son la columna vertebral del mismo- es de quien cabe esperar una mayor preocupación por garantizar su viabilidad.
En segundo lugar, el Acuerdo también se ocupa de reforzar las bases de nuestro modelo de crecimiento con un importante número de propuestas en tres ámbitos relevantes para la transformación de nuestro sistema productivo: la política industrial, el modelo energético y la innovación.
En tercer lugar, el Acuerdo aborda la reforma en profundidad de las Políticas Activas de Empleo con el fin de mejorar la empleabilidad de quienes buscan empleo, con una apuesta importante por la formación. Dicha reforma se acompaña de un Plan de Choque para favorecer la contratación de jóvenes y personas en desempleo de larga duración, así como un programa de recualificación profesional de las personas que hayan agotado su protección por desempleo que incluye ayudas económicas para los beneficiarios.
El Acuerdo recupera, con el máximo vigor, el Diálogo social. Ha sido una opción de gobierno determinante desde 2004 que ha rendido ya muchos frutos que están presentes en la práctica totalidad de los avances a los que me he referido al comienzo de esta carta.
En definitiva, a pesar de las dificultades económicas que aún atravesamos, y de los innegables retos que como sociedad tenemos por delante, quiero transmitirte mi empeño, como Presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE, de que España salga de la crisis económica con un modelo social más fuerte y más cohesionado que el que teníamos en 2004. El Acuerdo que acabamos de firmar es una buena muestra de lo que vamos a lograr.
Recibe un saludo muy cordial y mi agradecimiento por tu trabajo y por tu apoyo.
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO
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