"La crisis del ladrillo"

La causa fundamental de la crisis ha sido “el ladrillo”, ha sido el determinante de que se destapara la crisis y otras vergüenzas.

La burbuja inmobiliaria: la posición del precio está muy por encima de su valor fundamental, es decir, del precio que le correspondería.

La causa del pinchazo de la burbuja es un tema bancario, ya que el sector inmobiliario va de la mano del sector bancario. Y de hecho muchos bancos crearon su sección inmobiliaria para invertir – especular con la vivienda. Además quién tiene la culpa, el que pide o el que presta sin las garantías adecuadas. Los bancos prestaban dinero a diestro y siniestro sin garantías porque tenían muy claro que la vivienda iba a subir y beneficiarles en caso de embargo. Ahora nos encontramos con un gran stock y los bancos “han cerrado el grifo” y no prestan dinero sino hay unas fuertes garantías. Hemos pasado de un extremo al otro en muy poco tiempo.

Se construían más viviendas que las que hacían falta, se creó expectativa y los Ayuntamientos han ayudado a crear esta expectativa, incentivaban la compra porque el precio iba a aumentar y se favorecía de esta manera la especulación y la inversión en vivienda porque siempre se iba a ganar porque siempre iba a subir.

Lo más rentable en estos años era estar cerca del poder, a las políticas nacionales y autonómicas, ¿Para qué fomentar la competitividad? Si salía más barato corromper al político, Alcalde, Concejal o Conseller. El clientelismo desata el incremento del gasto público, que el sistema autonómico lleva a un mayor despilfarro y fracciona el mercado interior porque vender en otras comunidades es difícil porque en cada una existe una normativa reguladora diferente.

Durante los años de bonanza,

“La España que iba bien, para algunos”

se construían 1,5 millones de viviendas anuales, cuando la necesidad era de 600.000. De esta manera 900.000 viviendas al año se construían para la gente que especulaba o invertía en vivienda como los bancos. Ahora hay que colocar estas viviendas en el Mercado y hay que buscar medidas que favorezcan su adquisición pero para cubrir necesidades reales.