EL PARTIDO POPULAR Y SU NOSTALGIA FRANQUISTA

De todos es sabida la negativa del Partido Popular encabezada por Mariano, de condenar de forma incuestionable, sin ambigüedades, tanto el golpe de Estado contra la II República llevado a cabo el fatídico 17 de julio de 1936 y encabezado por los generales Sanjurjo, Mola y Franco, como la represión franquista posterior.

El Partido Popular se autodefine como un partido democrático, de centro, moderno. La emperatriz de la Mancha, llegó incluso a manifestar, que su partido era el de los trabajadores. Irónico ¿verdad?

Todo falacias. La realidad es otra distinta. No han roto con su pasado. Sienten verdadera nostalgia por la dictadura sanguinaria, atroz e inhumana que sufrió este país. Y buena prueba de ello es lo que a continuación describo.

La primera de esas pruebas la encontramos en Valencia. Recientemente, Rita Barberá, ha rechazado la revocación de los títulos al desalmado y brutal dictador, como formuló en el pleno municipal el Grupo Socialista. Además, hay que recordar la existencia de calles dedicadas a los franquistas, hecho este ilegal según el artículo 15 de la ley de Memoria Histórica. Alfonso Grau, satírico y demagogo donde los allá, defendió la tesis de la primera edil, con la siguiente pregunta "¿Les parece que éste es el tema que más preocupa a la sociedad en estos momentos?. Hay que recordarle a susodicho personaje, que las cuestiones morales no caducan y no son incompatibles con las tareas urgentes. Nadie imaginaría una calle con el nombre de Adolf Hitler en una ciudad alemana o de Benito Mussolini en una italiana.

La segunda prueba que sustenta la nostalgia del Partido Popular de aquellos pasados y gloriosos tiempos franquistas, que supuso para ellos, la encontramos en el Ayuntamiento de A Coruña. Tras haber sido retirado el título de hijo de la ciudad concedido a José Millán Astray y Terreros, fundador de la legión Extranjera, en cumplimiento de la Memoria Histórica.

La hija de quien fue, quizá, la persona que más influencia ejerció en la formación moral e ideológica de Francisco Franco, santificado en vida con el apodo de «el glorioso mutilado», y en quien se institucionalizó y evangelizó los valores brutales y embrutecedores con que Franco libró y ganó la guerra civil española, recurrió la decisión del pleno de este Ayuntamiento.

Su alcalde, Carlos Negreira del Partido Popular, en interés del municipio debe recurrir la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Galicia, cosa que hasta el día de hoy, no me consta que haya hecho. De no hacerlo, sería la primera vez que este Ayuntamiento no recurre una sentencia que es contraria a un acuerdo adoptado en el pleno. Lamentablemente, este genovés con su comportamiento, cede de buen gusto, a las presiones de los nostálgicos del franquismo. ¿Será porque él es un nostálgico más?

La tercera y última de las pruebas que respaldan que el Partido Popular no ha roto con su pasado franquista, la encontramos en el Ayuntamiento de Sevilla. El popular Juan Ignacio Zoido, y alcalde, siguiendo la estela de sus mayores ha decido nombra Defensor del Ciudadano de Sevilla a José Barranca López, Comandante del Ejército en la reserva que si por algo se ha caracterizado es por su apoyo incondicional al General golpista José Mena Aguado.

Para los que tenga mala memoria el Caso General Mena tiene su origen en un discurso que con motivo de la Pascua Militar del 2006, pronunció en Sevilla, entonces General Jefe de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra.

En su intervención aseguró que el proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña había producido en sus subordinados una gran preocupación por el futuro de la unidad de España y alertó de las graves consecuencias que acarrearía la aprobación del nuevo Estatuto si se superasen los límites infranqueables de la Constitución, ya que entonces, dijo, sería de aplicación el artículo octavo de la Ley Fundamental, que sitúa a las Fuerzas Armadas como garantes de la integridad territorial.

Tras este discurso golpista, el entonces Ministro de Defensa José Bono ordenó su arresto, fue cesado y tiempo después pasó a la reserva. Sin embargo, el incidente dio pie a que Mariano lejos de apoyar al gobierno no se le ocurrió nada mejor que justificar las palabras del General alegando que era Zapatero el que en definitiva favorecía con su política esta tensión. Estas palabras fueron corroboradas por su responsable de comunicación Gabriel Elorriaga que también vio como inevitables las declaraciones del general por cuanto son eran reflejo de la situación que estamos viviendo por la reforma del Estatut.

Cinco años después, los genoveses originales y genuinos vuelven a la carga. Hay que recordar que José Barranca López, escribió una carta abierta de apoyo al general golpista Mena en la que textualmente decía: “Por expresar la preocupación de sus subordinados ante el cariz que los acontecimientos tomaron con la llegada del Gobierno “progresista”, por defender la Constitución, por ser fiel al juramento a la bandera, por ser en definitiva un buen español y cumplir rectamente con su conciencia, este ministro de defensa “imbele” [incapaz de guerrear], dice haber perdido la confianza en usted (yo jamás la tuve en semejantes individuos) y que ha creado alarma social, esto sí que es poco serio, porque en España quien sinceramente crea alarma social, es el presidente del Gobierno y su consejo de ministros. Mi general: somos muchos los españoles que pensamos y estamos unidos a usted en estos momentos”.

Tras la lectura de este artículo sobran los comentarios y aumenta la indignación por ese nombramiento. Increíble pero cierto. La historia se repite y como siempre Mariano calla.

Jacinto Aroca