RESPETO PARA LAS VICTIMAS DE LA REPRESIÓN FRANQUISTA

El pasado 30 de julio, Antonio Cerro, alcalde del Partido Popular, de Poyales del Hoyo un pueblo de la provincia de Ávila de apenas 600 habitantes, ordenó abrir la tumba donde estaban enterradas diez víctimas de la represión franquista. El objeto era trasladar a nueve de los cadáveres a una fosa común.

El fin de semana pasado, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, organizó una concentración con el objeto de repudiar la orden dada este impresentable personaje. El resultado lamentablemente fue bochornoso, y lo que es peor, violento.

No estuve allí, pero he podido ver algunos vídeos que ratifican los adjetivos que he empleado. Las imágenes muestran algunos vecinos boicoteando de manera violenta una concentración pacífica. En las grabaciones se observa a diferentes energúmenos en actitudes chulescas, una señora que intenta arrancar el cartel a los manifestantes, un hombre que golpea un altavoz, un individuo dice a una de las convocantes ‘vete a fregar los platos’, y hasta a un hombre que hace el gesto de cortar el cuello a los reunidos. Como no, también se oyeron gritos como “si Franco estuviera vivo, os cortaría la cabeza, rojos de mierda”.

No voy a justificar en modo alguno semejante espectáculo, pero es justo situarnos en el escenario adecuado. En estas tierras, los rojos brillaban y siguen brillando por su ausencia. Son en su mayoría y dicho sea con todo respeto, campesinos y siguen creyendo que ese asesino autoproclamado Generalísimo por la Gracia de dios, les liberó del marxismo. Pero ¿Acaso saben que es el marxismo? No creo que puedan dar ni tan siquiera una ligera aproximación, pero estoy seguro que les prohibieron desde su infancia pronunciar dicha palabra. Son pueblos donde se predica aquello de “ver, oír y callar”. Donde lo más importante es “el qué dirán”. Como me dijo un profesor hace mucho tiempo un profesor. “amigo mío, la ignorancia es el peor enemigo del hombre”.

Lo peor de todo, es que, el Partido Popular no haya denunciado los hechos. Es sumamente importante recordar que en sus estatutos internos se exige “la defensa y solidaridad con las víctimas de al violencia en todas sus manifestaciones”. Mariano y sus lacayos, quienes hacen constantes reclamaciones a otras formaciones, deben condenar sin paliativos, todas las violencias para poder exigir a otros esas condenas.

El presidente regional de Ávila del Partido Popular, afirmó que “el alcalde ha actuado de acuerdo a la legislación vigente”. De condenar los actos violentos nada de nada. A su vez, la presidenta de Nuevas Generaciones, de cuyo nombre no quiero acordarme, ha señalado que los enfrentamientos de los vecinos del pueblo con defensores de la Memoria Histórica, es “el resultado del zapaterismo en España” y de su “intención de querer resucitar a los muertos”.

Declaraciones como esta, descalifican por sí mismas a quien las efectúa. No voy a dedicarle ni tan solo una letra más. Pero creo que son claro ejemplo de cómo son en Génova 13.
Desde aquí os invito a que veáis los referenciados vídeos. Causan indignación, pena y dolor. Se observa como los integrantes del Partido Popular, propician el ambiente previo que ha desembocado en tan bochornoso espectáculo. Instigan e insultan a quienes pacíficamente se manifiestan. Contravienen uno de los valores fundamentales de nuestro sistema democrático, el derecho a la libertad de expresión. Al final lo han conseguido. Han dado un espantoso ejemplo de cómo ensuciar la memoria de las víctimas del franquismo.

El portavoz del Partido Popular de la Comisión de Interior del Congreso, manifestó que “reabrir heridas del pasado es un error”. Yo al igual que Miguel Alejo, delegado del gobierno en Castilla y León, apelo desde aquí a la sensatez y al respeto hacia la memoria de los represaliados. Si alguien ha perdido la cabeza que la recupere. Las ideas solo se defienden con las palabras.

Mientras tanto, Mariano calla. Como lo hace siempre ante situaciones incómodas. Pero, ¿Callaría si los restos del dictador enano fuesen traslados del Valle de los Caídos a una fosa común?

Lamentablemente, parece que algunas víctimas del franquismo, después de haber sido vilmente asesinadas tras el golpe de estado que condujo a la guerra civil, no pueden descansar en paz.

Jacinto Aroca